La impermeabilidad en las tiendas de campaña

¿Por qué una tienda con menos columna de agua que tu chaqueta sigue siendo impermeable?


Introducción

En el mundo del material de montaña, hay un concepto que genera muchas dudas entre quienes empiezan (y no pocos debates entre los que ya llevan años): la columna de agua. Una chaqueta técnica presume de 30.000 mm, mientras que una tienda de campaña puede conformarse con 2.000 mm y, aun así, mantenerse perfectamente impermeable. ¿Cómo es posible? ¿Nos están vendiendo humo con los números? ¿Es mejor más columna? ¿Dónde está el equilibrio?

Vamos por partes.

¿Qué es la columna de agua?

La columna de agua es la forma estándar de medir la impermeabilidad de un tejido. El método es sencillo en apariencia: se coloca una muestra del material tensado y se le acopla un tubo vertical que se va llenando de agua. Cuando el líquido empieza a traspasar el tejido por la presión acumulada, se detiene la medición. El resultado, expresado en milímetros, indica cuánta presión puede soportar ese tejido antes de empezar a filtrar.

Por ejemplo, si una chaqueta tiene 20.000 mm de columna de agua, significa que puede resistir una columna de agua de 20 metros de altura ejerciendo presión sobre su superficie sin dejar pasar el líquido.

Pero aquí viene la clave: esa medición se hace en condiciones de laboratorio, no caminando bajo la lluvia con una mochila de 12 kg frotando en los hombros ni con el viento pegando la capa externa y la interna de la tienda entre ellas. Y es en las condiciones reales donde la columna de agua adquiere todo su sentido.

¿Por qué las chaquetas tienen una columna tan alta?

Las chaquetas impermeables de montaña suelen situarse entre los 10.000 y 30.000 mm de columna de agua, especialmente si incorporan membranas como Gore-Tex, OutDry, eVent, FutureLight, Dermizax, etc. La razón de estos valores tan elevados es sencilla: la prenda está expuesta a una presión mecánica constante y elevada. Nuestro cuerpo se mueve, flexiona, roza con la ropa interior, con los bastones, con la mochila… Cada punto de contacto genera presión que puede superar con facilidad los 10.000 mm en momentos puntuales, especialmente en hombros, codos, rodillas o espalda.

Además, si estamos sentados sobre una roca mojada o arrodillados, esa presión se multiplica. Por eso, si la prenda no supera un cierto umbral de columna de agua, acabaremos empapados, y también es este el motivo por el cual siempre el primer punto donde el agua cala son los hombros, ya que el contacto con la mochila es directo y el impacto de la lluvia también. Y no solo eso: una chaqueta también debe resistir la abrasión, proteger del viento y, en muchos casos, mantenerse transpirable. Todo esto obliga a buscar tejidos con altos estándares de impermeabilidad, sin sacrificar otras prestaciones.

¿Y por qué una tienda con solo 2.000 mm no cala?

Aquí es donde la lógica cambia por completo. En una tienda de campaña no hay fricción, ni peso, ni movimiento constante sobre el tejido exterior. El doble techo —la parte que más nos preocupa en una noche de lluvia— recibe el agua de forma vertical, por simple gravedad. La presión que ejerce esa lluvia sobre el tejido es muy baja. Por eso, con solo 1.500 o 2.000 mm de columna de agua, ya es suficiente para mantenernos secos.

Eso sí, hay un detalle importante: si tocamos el doble techo desde dentro (algo muy común en tiendas de una capa o cuando hay poco espacio), ejercemos una presión localizada que puede provocar filtraciones. De ahí que muchos hayamos visto "llover dentro" después de apoyar un codo en la tela. No es que la tienda esté defectuosa: es que el tejido no está pensado para soportar presión en esos puntos.

¿Y qué pasa con el suelo de la tienda?

Aquí sí hay presión. Mucha, de hecho. Nuestro peso, el de la mochila y el movimiento constante dentro de la tienda hacen que el suelo sí necesite una columna de agua más alta. Por eso no es raro ver tiendas con suelo de 4000 o 5.000mm, incluso más en modelos diseñados para condiciones extremas. No olvidemos que la humedad del terreno, al actuar desde abajo y de forma constante, requiere materiales más robustos.

Por ejemplo, una tienda como la MSR Hubba Hubba NX tiene un doble techo de 1.200 mm, pero un suelo de 3.000 mm. En la Ferrino Lightent 2 Pro, encontramos 3.000 mm en el techo y 8.000 mm en el suelo. Cada marca busca el equilibrio justo entre protección, peso y transpirabilidad.

¿Y por qué las tiendas de expedición tienen menos columna?

Parece contradictorio, pero es una decisión técnica consciente. Las tiendas de expedición invernal, como las que se usan en Himalaya o Patagonia, están diseñadas para nieve, no para lluvia. La precipitación en estado sólido ejerce aún menos presión que el agua líquida, y además se acumula fuera sin ejercer contacto directo como lo haría una mochila o una pierna contra la tela. Por eso muchas tiendas de expedición tienen columnas más bajas en el doble techo: se sacrifica impermeabilidad para ganar en transpirabilidad, que es fundamental cuando la condensación interior puede helarse durante la noche.

Conclusión

No se trata de más, sino de la justa

En montaña, no todo es blanco o negro. No siempre más columna de agua significa más seguridad. A veces, más columna implica menos transpirabilidad, y eso puede ser igual de incómodo (o peligroso) en situaciones donde la condensación interna puede mojar el saco o la ropa.

Por eso, al elegir una chaqueta o una tienda, no te fijes solo en el número. Piensa en el uso que le vas a dar, en las condiciones que vas a encontrar y en el tipo de presión al que estará sometido el material. Si caminas con mochila y te enfrentas a lluvias intensas, necesitarás una chaqueta robusta. Si vas a acampar en terreno seco pero ventoso, no necesitas 5.000 mm de doble techo, sino una tienda bien ventilada.

La clave está en encontrar el equilibrio. Porque la montaña no entiende de cifras, pero tu equipo sí debe entender de contexto.

Fecha de publicación: 16/05/2025