Cómo elegir el calzado de montaña perfecto
Guía completa para acertar entre botas, zapatillas, caña alta o baja, y tipos de suela
Introducción
Guía completa para acertar entre botas, zapatillas, caña alta o baja, y tipos de suela
Elegir el calzado de montaña adecuado puede marcar la diferencia entre disfrutar de una ruta inolvidable o vivir una jornada para olvidar. En TREKKINGReview recibimos constantemente esta misma pregunta: ¿cómo sé qué tipo de calzado de montaña necesito?
Aunque pueda parecer algo básico, la elección correcta es clave para garantizar comodidad, seguridad y rendimiento en cualquier terreno.
La comodidad: tu mejor aliada en la montaña
Si no es cómodo, no es tu zapato
El primer criterio —y el más importante— a la hora de elegir unas botas o zapatillas de trekking es la comodidad. Vamos a pasar muchas horas caminando, así que si el calzado no resulta cómodo desde el primer momento, no merece la pena.
Cuando pruebes unas botas o zapatillas, confía en tus sensaciones iniciales. Si sientes presión, roces o apriete, descártalas. Es cierto que con el tiempo el material puede adaptarse, pero el pie no debería sufrir para acostumbrarse.
Un buen truco para acertar con la talla consiste en probar el calzado con los calcetines que uses habitualmente en montaña. Coloca el pie dentro sin apretar los cordones, adelanta el peso hasta que los dedos toquen la puntera y comprueba que en el talón quede un dedo de espacio libre. Ese margen evitará golpes en las bajadas y garantizará comodidad durante todo el recorrido.
Caña alta o baja: cuestión de terreno y estilo
Protección y estabilidad frente a ligereza y agilidad
La altura de la caña es uno de los aspectos más visibles y determinantes.-
- Caña alta: ofrece mayor protección y estabilidad en el tobillo, ideal si llevas mochila pesada o si el terreno es técnico y pedregoso. Es la opción clásica para travesías, rutas de alta montaña o trekking con desnivel.
- Caña baja: prioriza la ligereza y la libertad de movimiento, perfecta para rutas más rápidas o senderos bien definidos. Es la elección preferida para quienes practican fast hiking o buscan un calzado versátil y ágil.
En definitiva, cuanto más exigente sea el terreno y más peso cargues, más sentido tendrá optar por una bota de caña alta. Si, por el contrario, buscas dinamismo y ligereza, la zapatilla será tu mejor aliada.
Impermeabilidad: ¿Gore-Tex sí o no?
Protección frente al agua o máxima transpirabilidad, tú decides
El eterno dilema: ¿impermeable o transpirable? La membrana Gore-Tex o similares ofrece protección frente al agua, pero sacrifica algo de ventilación.
- En botas de alta montaña o travesía, la impermeabilidad suele ser muy recomendable: las temperaturas suelen ser bajas, y mantener los pies secos es fundamental.
- En zapatillas de caña baja, la decisión depende del entorno. Si vives en zonas secas o haces rutas estivales, una versión sin membrana será más fresca y ligera. En cambio, si la lluvia o la humedad son habituales, un modelo impermeable te aportará seguridad y confort.
Eso sí, recuerda: si el agua entra por la parte superior del calzado (por ejemplo, bajo la lluvia o al cruzar un río), la bota impermeable tardará mucho más en secarse. Todo es cuestión de equilibrio entre protección y transpirabilidad.
Rigidez de la suela: el equilibrio entre técnica y confort
De la flexibilidad total al soporte más técnico
La rigidez de la suela determina el nivel de estabilidad y soporte del calzado.
- Una suela rígida (como la de una bota semirrígida para alpinismo) ofrece precisión y seguridad en pasos técnicos o en roca, pero será incómoda en rutas largas y planas.
- Una suela flexible (como la de una zapatilla de trekking ligera) proporciona comodidad y amortiguación, aunque menos estabilidad en terrenos complicados.
En el punto medio están las botas de trekking clásicas, con una suela semiflexible que combina lo mejor de ambos mundos: comodidad y estabilidad.
La clave está en adaptar la rigidez a tu tipo de actividad: más técnica = más rigidez, más senderista o larga distancia = más flexibilidad.
La decisión final: conoce tu ruta, conoce tus pies
Comodidad, estabilidad y adaptación: el trío ganador del trekking
No existe una única respuesta a la pregunta de cuál es el mejor calzado de montaña. Todo depende del tipo de terreno, el clima, la duración de tus rutas y, sobre todo, de tus preferencias personales.
Si buscas comodidad, ligereza y velocidad, una zapatilla de caña baja será perfecta.
Si priorizas seguridad, estabilidad y protección, apuesta por una bota de caña alta con buena impermeabilidad.
Y, ante todo, prueba siempre el calzado antes de decidir. Camina, ajusta los cordones, nota cómo responde el pie. En montaña, los pequeños detalles marcan la diferencia.
Elegir bien el calzado de montaña no es una cuestión estética, sino de rendimiento y bienestar. Conocer tus necesidades y aplicar estas pautas te ayudará a encontrar el modelo ideal, ese que te acompañará kilómetro tras kilómetro, sin molestias ni sorpresas.
Porque en la montaña, como en la vida, cada paso cuenta.
Fecha de publicación: 20/10/2025